22 de mayo, 2023

Resiliencia: ¿Cómo la trabajo con mis hijos?

Como adultos, es fácil pensar que la mejor forma de proteger a nuestros hijos es evitando que tropiecen, ya sea literal figurativamente. Sin embargo, no siempre es posible tenerlos resguardados al 100%, y suelen ser los raspones o decepciones parte importante del desarrollo psicosocial.

Sin el fracaso, es imposible construir resiliencia. Lo que significa ser capaz de adaptarse a los contratiempos de la vida, tomar los aprendizajes de cada situación y poder superar el estrés que acompaña a cada obstáculo.

“La resiliencia no hará que sus problemas desaparezcan, pero puede darle la capacidad de ver más allá de ellos, disfrutar de la vida y manejar mejor el estrés. Si no es tan resistente como le gustaría ser, puede desarrollar y aprender habilidades para volverse más resistente” (Mayo Clinic, 2023).

El secreto para criar a un niño resiliente. La capacidad para recuperarse es más importante ahora que nunca; aquí está cómo impartirlo.

Si te preocupa que tus hijos puedan más adelante con los retos que les pondrá la vida, es importante dejarles ahora experimentar sus propios retos y tomar decisiones para ir forjando la resiliencia en ellos. Para fortalecer esta habilidad blanda, te recomendamos lo siguiente:

Fomentar las relaciones de apoyo

Rodea y ayuda a tu hijo a rodearse de una red de apoyo de adultos responsables que le escuchen, validen y apoyen. Esto, además de amortiguar el estrés y manejarlo mejor, le ayudará a no darse por vencido fácilmente en las tareas y forjar relaciones sanas desde temprana edad.

Dejarlo experimentar las consecuencias de sus acciones

Ante situaciones obstaculizantes, apoya a tu hijo en la creación de soluciones, realicen lluvias de ideas juntos. Si ya ha tomado una decisión que le ha traído consecuencias displacenteras o neutrales, permitirle experimentarlas, aliéntalo a disculparse con los que ha herido y a cuidarse a sí mismo.

No temer al fracaso

El fracaso es inevitable y debe verse como una oportunidad de aprendizaje. Aprecia lo que el pequeño trabaja por algo y anímalo a continuar aún si la actividad progresa más lento de lo que el niño quisiera, aprenderá a no rendirse fácilmente.

Descubrir y desarrollar sus fortalezas

Permítele anotarse a las clases de lo que le agrade, desinscribirse, probar nuevas cosas. Si ya es bueno en algo en particular o notan un potencial especial, ayúdalo a desarrollarlo y convertirlo en su lugar seguro, solo ten cuidado de balancear los tiempos para evitar el estrés por la exigencia.

En Scholastica reconocemos el potencial de los más pequeños y sabemos la importancia de desarrollarlo en esta etapa. Conoce Scholastica Junior, con nuestra asesoría enfoca tus esfuerzos y los de tus hijos en acciones concretas para descubrir sus pasiones, identificar sus talentos, desarrollar habilidades y adquirir conocimientos. Hacer esto en esta etapa facilitará que en el futuro tengan un perfil competitivo que les abra puertas a grandes oportunidades, como ir una de las mejores universidades del mundo.