Lo que tienes que saber para utilizar inteligentemente los rankings de universidades
Los rankings universitarios son listas de clasificación y comparación de instituciones educativas. Además, sirven para notar en qué áreas es destacada una institución y fomentar la competencia entre universidades al elevar sus estándares de calidad para mantenerse en una buena posición en la lista.
Los rankings de universidades son una forma cómoda de revisar y analizar opciones educativas para escoger la institución que ayudará a dar el siguiente paso en la carrera académica de los aspirantes. Sin embargo, es importante usarlos como herramienta secundaria, ya que no son una medida absoluta de calidad y es imposible capturar en ellos la experiencia estudiantil (Byrne, 2023).
Rankings como QS Universities Rankings, Times Higher Education (THE) o Princeton Review son algunos de los más populares al momento de elegir en qué universidad estudiar. Para posgrados, existe el Global MBA Ranking (programas MBA), el U.S. News & World Report (rankings de distintos posgrados y universidades), Poets & Quants (programas MBA), entre otros.
Estas listas se benefician de construir y mantener su credibilidad, Igor Chirikov (2021), de la Universidad de Berkeley, reporta que los consumidores esperan que las universidades, páginas y los autores detrás de los rankings sean honestos y objetivos, calificando a las instituciones a partir de una serie de criterios idealmente cuantificables.
Sin embargo, esto no siempre es así. Se ha reportado que algunas universidades emplean técnicas grises para obtener calificaciones más favorables en los rankings. Por ejemplo, inscribir menos alumnos a los cursos inductivos de otoño, para crear la ilusión de contar con clases más pequeñas, o reportar cifras falsas a las empresas a cargo de los rankings (Byrne, 2023).
De la misma forma, existen criterios no cuantificables como la dedicación de los profesores en su enseñanza, dado que las calificadoras no participan activamente dentro de las aulas de todas las universidades.
Esta dificultad de medida es un reto consistente que atraviesan todas las variables a calificar en todos los rankings, pues en muchos de estos criterios de evaluación se realiza un planteamiento de relación falsa. Por ejemplo, que una universidad tenga mejores salarios para los profesores, no necesariamente se traduce en un mayor esfuerzo por parte del cuerpo docente para la obtención de resultados del alumnado, ni tiene como consecuencia directa resultados efectivos (Byrne, 2023).
Además, existen retos al tomar en cuenta las calificaciones de estudiantes internacionales. Un ejemplo de esto es que U.S. News ranking, a pesar de que el GPA de los estudiantes vale un 10 % en la calificación global de la universidad, decidieron omitir los promedios de alumnos extranjeros, ya que sus GPA no están en una base sobre 4 (Borunda, 2023). Esto afecta a diversas universidades que cuentan con un alumnado conformado mayormente por alumnos internacionales, bajando su puntaje general en el ranking y envía un mensaje negativo en cuanto a diversidad del cuerpo estudiantil.
Por otro lado, las calificadoras suelen enfrentarse a conflictos de interés que atentan contra la imparcialidad y pueden dirigir incorrectamente a los lectores. Según Bailey (2015) y Redden (2013), estas empresas reportan que cuentan con técnicas de verificación para evitar parcialidades, entre estas, múltiples revisiones internas y externas previas a la publicación de las listas.
Las comprobaciones externas suelen darse por parte de auditores contratados por las propias empresas, por lo que estas auditorías se encuentran fuertemente alineadas con la metodología establecida de los rankings. “La mayoría de los estudios coinciden en que los conflictos de intereses distorsionan las evaluaciones de los auditores (Clements et al., 2012; Ishaque, 2021; Moore et al., 2006; Bazerman et al., 2002)”. Es imposible, además, ignorar que se reportan casos de corrupción deliberada y malas auditorías (Chirikov, 2021).
Aunado a esto, dichas empresas no suelen brindar evidencias públicas de imparcialidad, por lo que se recomienda a los consumidores realizar investigaciones y tomar en cuenta los posibles conflictos de interés para evaluar la veracidad del contenido publicado.
Es igualmente importante notar que los rankings antes mencionados, ofrecen servicios tanto a usuarios como a universidades. A los primeros, suscripciones y a estas últimas, publicidad, prestigio, acceso a eventos, entre otros; lo cual puede generar relaciones de dependencia mutua.
Es necesario apuntar que las categorías evaluadas en los rankings dejan espacio a la interpretación por parte de las calificadoras, favoreciendo el sesgo inconsciente. Por lo tanto, generando por la propia naturaleza de los rankings una perspectiva de extrema competencia global que puede inducir a los candidatos a una percepción de la realidad errónea.
Por otro lado, muchas calificadoras están indudablemente interesados en mantener relaciones amistosas con las universidades, sobre todo si estas son consideradas clientes frecuentes y tomando en cuenta que los mandos medios ponen en riesgo su empleo al perder clientes, convirtiendo así a las “imprecisiones” como un daño colateral aceptable.
Finalmente, es recomendable comenzar por comparar rankings, ya que las instituciones evaluadas y sus posiciones no suelen ser idénticas entre compañías que efectúan estos estudios. Además, será crucial identificar las categorías calificadas, evaluar de manera personal cuáles son las más relevantes y recordar que estas guardan espacios para la interpretación.
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Referencias
Bailey, T. (2015). University rankings: The institutions that are paying to be good. The New Economy. https://www.theneweconomy.com/business/university-rankings-the-institutions-that-are-paying-to-be-good
Bazerman, M., Loewenstein, G., & Moore, D. A. (2002). Why good accountants do bad audits. Harvard Business Review. https://hbr.org/2002/11/why-good-accountants-do-bad-audits
Byrne, J. A. (2023a, abril 15). How the law school boycott is creating havoc for U.s. news’ MBA rankings. Poets&Quants. https://poetsandquants.com/2023/04/15/how-the-law-school-boycott-is-creating-havoc-for-u-s-news-mba-rankings/?pq-category=mba-rankings&utm_content=245565797&utm_medium=social&utm_source=linkedin&hss_channel=lcp-7947439
Byrne, J. A. (2023b, abril 25). Stanford, Harvard & Wharton also-rans in Topsy-turvy U.s. news MBA ranking. Poets&Quants. https://poetsandquants.com/2023/04/25/u-s-news-2023-mba-ranking/2/
Chirikov, I. (2021). Does Conflict of Interest Distort Global University Rankings?. Research and Occasional Papers Series. UC Berkeley. https://escholarship.org/uc/item/8hk672nh
Clements, C. E., Neill, J. D., & Stovall, O. S. (2012). Inherent conflicts of interest in the accounting profession. Journal of Applied Business Research (JABR), 28(2), 269–276. https://doi.org/10.19030/jabr.v28i2.6848
Ishaque, M. (2021). Managing conflict of interests in professional accounting firms: A research synthesis. Journal of Business Ethics, 169(3), 537–555. https://doi.org/10.1007/s10551-019-04284-8
Moore, D. A., Tetlock, P. E., Tanlu, L., & Bazerman, M. H. (2006). Conflicts of interest and the case of auditor independence: Moral seduction and strategic issue cycling. Academy of Management Review, 31(1), 10–29. https://doi.org/10.5465/amr.2006.19379621
Redden, E. (2013). Scrutiny of QS rankings. Inside Higher Ed. https://www.insidehighered.com/news/2013/05/29/methodology-qs-rankings-comes-under-scrutiny
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