25 de julio, 2022

Cómo aconsejar a adolescentes de forma efectiva

La adolescencia es una etapa de muchos cambios emocionales y físicos en donde tus hijos necesitan mucha comprensión, apoyo y lo más importante: guía para tomar decisiones acertadas para su futuro. Sobre este último criterio es del cual hablaremos el día de hoy pues sabemos lo importante que es para ti mantener un diálogo armonioso que te permita ganarte la confianza de tus jóvenes.

Pídeles permiso al dar tu opinión o recomendación

Tu experiencia de vida te ha llevado a entender cómo funcionan distintas cosas que suceden en este mundo. Parte de esa sabiduría te lleva a ser el adulto que hoy eres y te da las capacidades para transmitir conocimiento a tus hijos para su beneficio. Sin embargo, cuando se es adolescente, se busca explorar el mundo bajo el propio criterio, ¿por qué? La respuesta está en que los adolescentes buscan independencia. El autor Daniel Siegel en su obra “Tormenta Cerebral: El poder y propósito del adolescente” afirma que la adolescencia es una etapa muy especial, una chispa emocional, un momento de conexión social, de búsqueda de lo nuevo y con esencia creativa.

Al tratar de buscar la independencia es lógico no que tus hijos no te pidan ayuda como antes para resolverles sus problemas y aunque puede que tus consejos sean muy buenos y muy bien intencionados, si no hay una previa autorización al emitirlos, tus recomendaciones simplemente quedarán en el aire y tendrán un impacto que quizá no les convenga. Pongamos algunas situaciones para ejemplificar cómo puedes reaccionar ante una situación.

Problema	Consejo
Tu hijo/a pasa mucho tiempo en el celular y te gustaría que practicara algún deporte.	“Mira encontré este club que se ve muy bien para ir a nadar, jugar tenis o andar en bicicleta, ¿te gustaría que te inscribiera?
Tu hijo/a tiene una fiesta en casa de sus amigos y no sabe qué ropa ponerse, además dice que no tiene ropa, pero tú sabes que si tiene.	“Tengo una idea de algo que tienes en tu closet que se te vería muy bien, ¿te digo cuál es?”
Tu hijo/a está indeciso sobre qué licenciatura estudiar. Tiene dos opciones, pero no tiene claro cual elegir porque ambas le gustan, pero tú tienes claridad en cuanto a cómo una puede ayudarlo/a a desarrollar sus talentos y pasiones más que la otra.	“¿Te gustaría que hiciéramos una lista de las actividades que más disfrutas y veamos cual de las dos licenciaturas tiene más de estas?, ¿buscamos en internet de qué trata cada una? o ¿te gustaría que un experto te ayudará a tomar la mejor decisión?, tengo un amiga que estudió eso,¿quieres platicar con ella?” *Citar el consejo con opciones le da la oportunidad de escoger qué hacer.*

Si rechazan tus opciones, no te desanimes, recuerda que no se trata de ti, sino de ellos, confía también en su propia sabiduría, pues al final del día, por más camino recorrido que tengas tú como madre o padre, quien más claridad tiene sobre lo que es mejor para su desarrollo son ellos mismos y parte de tu papel como padre es guiar y ser un soporte en su camino de desarrollo. Si sientes que alguna situación te rebasa, es bueno reconocer cuándo necesitas de ayuda experta.

No compares con nadie

En muchas ocasiones, por añoranza, a modo de ejemplo o simplemente por conversar, solemos hablar de “cuando éramos jóvenes” o el típico “cuando yo tenía tu edad”. Los jóvenes no suelen disfrutar estas historias, por lo ven como una comparación de ti vs ellos, y hasta cierto punto, es absurdo hacer estas comparaciones porque lo que tú viviste no es lo mismo que ellos están viviendo ahora. Tan solo piensa que en esta época los jóvenes están llenos de aparatos tecnológicos que le facilitan sus tareas diarias y se entretienen, cuando tú antes tenías que ir a la biblioteca y te divertías de otras maneras.

Por otro lado, se suelen hacer comentarios sobre otras personas con la intención de que estas personas funjan como un modelo a seguir, pero la percepción que tu tengas de ese modelo, puede que no sea la misma que tienen tus hijos. Comentarios como “tu amigo es una persona muy limpia y ordenada, deberías aprender algo” solo hacen que tus hijos se sientan comparados y en ocasiones hasta despreciados. La realidad es que cada quien tiene sus fortalezas y siempre deben enmarcarse antes de hacer una sugerencia, por ejemplo: “Eres un chico muy listo y comprometido con la escuela, puedes proponer varios retos, incluso podrías proponerte limpiar tu habitación de vez en cuando pues los espacios limpios ayudan a concentrarte más a la hora del estudio”.

Pregúntales sobre algún tema directamente con sutileza

Si tu interés es charlar con tus hijos adolescentes sobre un tema que te preocupa como el consumo de alcohol o alguna droga de moda. Antes de abordar el tema puedes investigar, para tener mayor conocimiento y ya después acercarte a ellos en un momento donde estén tranquilos y preguntarles: “Hijo/a, ¿tú sabes qué es el tusi, la nueva droga rosa? Fíjate que leí un artículo sobre él, pero me gustaría que me comentes un poco más y qué opinas al respecto”.

Evita expresarte de ellos en escenarios que no existen

En ocasiones, nos alarma lo que pueda suceder con nuestros hijos al ver un mundo con tantas problemáticas que parecen no terminar. Sentir pánico ante estos escenarios es normal, por lo que te sugerimos no transmitir ese pánico hacia ellos con largas charlas acerca de ese tema que en específico te aterra porque incluso esto les puede provocar una falsa imagen de su propia persona al creer que si les hablas de algún tópico en particular es porque tienes razones para pensar que ellos se comportan de tal manera o pueden caer en esa situación. Con esto no queremos decir que no abordes el tema, solamente no caigas en la paranoia y simplemente habla del tema como de manera general sin citarlos como ejemplo dentro de la problemática.

En conclusión, la clave para aconsejar a tus hijos es que todo consejo o recomendación no sea visto como un sermón si no que lo vean como una o varias ideas para ayudarlos a resolver sus problemas y tomar correctas decisiones. Esperamos que estos consejos te sirvan para mejorar la relación con tus adolescentes y también te ayuden a seguir educándolos para que logren aprender a tomar sus propias decisiones y logren exitosamente todas sus aspiraciones en la vida.

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