Habilidades vs Experiencia: Como las habilidades pueden ser más importantes que la experiencia profesional a la hora de encontrar trabajo.
A lo largo del último año y medio, la pandemia de COVID-19 nos ha dado muchas lecciones. De un momento a otro, las diferentes industrias tuvieron que poner de lado sus modus operandi tradicionales y valerse de toda su creatividad e ingenio para navegar un mundo que, de la noche a la mañana, se organizaba y comportaba de modos distintos. Las empresas y negocios se vieron obligados a valerse de los recursos disponibles para responder de forma eficiente a una crisis nueva: desde la implementación del teletrabajo hasta la creación de nuevas tecnologías. En el mercado laboral, quizás ninguna lección quedó tan clara como el valor de la resiliencia y la adaptación.
No sorprende, entonces, que la adaptabilidad, la flexibilidad y la innovación estén, hoy en día, en la lista de prioridades de diferentes industrias. Y, según algunos de los líderes de Microsoft y LinkedIn, estas mismas cualidades son ahora un criterio de selección fundamental para ascender y contratar a los empleados del presente y del futuro.
De hecho, según estos mismos expertos, los criterios de selección basados en habilidades pesan cada vez más que los criterios tradicionales como la experiencia laboral previa, o el grado académico y la universidad de procedencia del solicitante. Según los datos de LinkedIn, el 77% de las ofertas de trabajo que se promocionaron en la plataforma en la región de Asia y el Pacífico hicieron mayor hincapié en las habilidades que en las cualificaciones de los potenciales empleados.
Estas tendencias impactan, por supuesto, a la educación superior. Las universidades y programas académicos deberán, cada vez más, equipar a sus egresados con habilidades que les permitirán navegar –y liderar– los cambios del futuro. Han acabado los días en los que la educación equivalía a una serie de conocimientos relevantes para un campo laboral determinado. Hoy hay que saber maniobrar un mundo intersectorial e interdisciplinario.
Las habilidades más preciadas por las industrias son aquellas que se relacionan con la tecnología, como el desarrollo de software, el marketing digital y el análisis de datos. Pero el liderazgo y la comunicación, así como la gestión de proyectos, no se quedan muy atrás. Al fin y al cabo, desde el advenimiento del internet, ha quedado claro que las computadoras son mejores que las personas para almacenar información. Lo que es cada vez más valioso, sin embargo, son las habilidades para procesar, deducir, liderar, coordinar e innovar. Es decir, para saber qué hacer con esa información. Y en el mundo post-pandémico, esta tendencia no ha hecho más que despuntar con más fuerza. Se predice incluso que la inversión en comunicación y tecnología crecerá a un ritmo del 5% anual entre 2021 y 2023.
Hoy, tanto instituciones como estudiantes tendrán que enfocarse en fomentar las habilidades necesarias para aprovechar oportunidades en el panorama tecnológico y social donde lo único constante es el cambio.
¿Y tu futuro laboral?
Te dejamos algunos puntos que pueden ser útiles a la hora de actualizar tu CV o a durante tu próxima entrevista:
- Decir qué carrera estudiaste está bien, pero llévalo más allá: ¿qué habilidades te dejó tu carrera? ¿Se pueden transferir más allá del campo específico en el que te formaste? Si estudiaste biología, por ejemplo, puedes explicar cómo las ciencias básicas te ayudaron a desarrollar la atención al detalle y el pensamiento crítico, o si estudiaste derecho quizás valga la pena resaltar tus habilidades para dialogar, argumentar o negociar.
- Con respecto a tu experiencia laboral, piensa qué cualidades desarrollaste que podrían servir también en entornos nuevos. ¿Tienes experiencia innovando, resolviendo problemas o liderando equipos? ¿Consideras que tu trabajo fortaleció tu capacidad de sintetizar, procesar y manejar información?
- Recuerda siempre dar ejemplos claros de éstas habilidades, y no sólo enumerarlas en abstracto: no digas “pongo atención a los detalles”, por ejemplo, sino “mis prácticas en laboratorio me enseñaron a ser muy minuciosa, a llevar bitácoras puntuales y a trabajar con cuidado y atención”.
- ¿Tu experiencia pasada ha dejado un impacto en tu comunidad? ¿Cuál? ¿Aspiras a contribuir a tu entorno en el futuro?
- Recuerda que incluso los obstáculos en tu carrera, vocación o empleo pueden tener un valor en términos de tus habilidades. Quizás los cambios que enfrentaste en la pandemia te hicieron más resiliente, o alguna dificultad personal te ha enseñado a ser adaptable y flexible. (¡Recuerda siempre ilustrar con ejemplos concretos!)
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