Ensayos personales: qué no hacer y qué sí hacer
Francois Marie Voltaire, representante francés de la Ilustración, en su momento afirmó que “La escritura es la pintura de la voz”. Por su parte, Gabriel García Márquez, reconocido escritor colombiano, dijo: “Cuando quiero escribir algo es porque siento que eso merece ser contado. Más aún, cuando escribo un cuento es porque a mí me gustaría leerlo.” Teniendo estas citas en mente es que podemos comenzar a hablar sobre uno de los requisitos para ser admitido a posgrados competitivos y reconocidos a nivel global: los ensayos personales.
Los ensayos personales serán parte de tu portafolio de admisión en tu aplicación a posgrados en el extranjero y una de las pocas oportunidades para tener una interlocución directa con los comités de admisión. De allí la importancia de tener una adecuada planeación y cuidado tanto en la redacción como en el contenido que plasmes. “Este instrumento de evaluación es subjetivo, y por ello no existe una fórmula para redactar ensayos, aunque sí puede haber métodos que le demuestren al comité que tiene claridad sobre sus pretensiones” (Borunda & Borunda, 2018)
Las preguntas que te serán solicitadas respondas en estos ensayos de admisión son diversas, así como los formatos en los cuales te basarás para redactarlas. Por ejemplo, recientemente algunas Universidades prestigiosas, como Kellogg School of Management han solicitado “videoensayos”. Sea cual sea la pregunta planteada o el formato requerido, en este requisito es donde podrás resaltar tus diferenciadores positivos, narrando la imagen que desees construir como candidato.
Adicional a que tu ensayo llega a ser factor determinante para ser admitido, el realizarlos de manera exitosa puede ser tu puerta para obtener una beca para tu posgrado soñado. Incluso, ésta puede ir más allá del financiamiento y ser una beca en forma de efectivo, independientemente si la solicites o no.
Por todo lo anterior, en este artículo te compartimos tips específicos para que tus ensayos de admisión sean exitosos y no se confundan con un ensayo académico ordinario, que muy probablemente aprendiste a realizar durante tu formación profesional.
Promuévete como candidato
Es probable que te encuentres en un dilema, ya que quieres reflejar ser un candidato sobresaliente sin sonar arrogante, soberbio o presuncioso. Lo importante en todo momento es ser honesto y claro, presentando ejemplos específicos que ilustren y argumenten porque debes ser admitido al programa. Para poder identificar lo anterior, una buena opción es realizar una lluvia de ideas donde concentres tus cualidades, diferenciadores, logros y resultados. Es valioso que en esta lluvia determines también tus debilidades, para que logres tener un balance entre positivo y negativo. Recuerda no escribir sobre ellas, sino adecuadamente resaltar tus fortalezas a la luz de tus debilidades, sin caer en “aunque no sé hacer esto, puedo hacer esto”, más bien decir “soy muy hábil en esto, esto y esto”, sin agregar falsamente aquello que reconociste es tu debilidad.
Además, no te quedes únicamente en el plano que obedezca a tus intereses personales. Afianza tu valor como candidato mencionando también cuál será el valor que tú le darás al programa, a la Universidad o incluso al país donde estarás estudiando. Si tú planteas cómo, a partir de los conocimientos y herramientas que te brindará el posgrado al que aspiras, contribuirás a una mejor sociedad, serás observado como un candidato valioso.
NO uses referencias
El comité de admisiones quiere construir un perfil del candidato a partir de sus respuestas a la pregunta propuesta, que deben estar sustentadas por las opiniones, argumentos, premisas y conclusiones del candidato. Es decir, los evaluadores quieren conocerte únicamente a ti y entender tu postura del tema que se aborda en el ensayo. Por ello evita el uso de gráficas, fotografías, citas de otras personas, entre otras referencias que no le aportan al comité una perspectiva holística sobre tus intereses u opiniones propias.
De igual modo, no asumas que quienes leerán tu ensayo personal dominan las siglas o jerga que, dado tu perfil y tu campo laboral, puedas emplear, y opta por soslayar su uso. Recuerda que los evaluadores tienen muchos ensayos por leer, y, si no conocen alguna de estos términos a los que haces referencia, no se tomarán la molestia de investigarlos, con lo que corres el riesgo de que el mensaje de tu ensayo no sea comprendido en su totalidad.
Enfócate
Usualmente, las universidades especifican el número máximo de palabras permitidas, así que ajústate a esta cantidad y NO escribas más. Es un error común pensar que esto reflejará algo positivo, ya que puede demostrar que tienes muchos argumentos u opiniones qué aportar. Esto no es así, y puede manifestar que no puedes enfocarte. Por otro lado, en caso de que en los requisitos no esté especificada la longitud del ensayo, te sugerimos ponerte en contacto con las personas pertinentes para aclarar este punto y no tener desaciertos.
Para no excederte de lo permitido, es importante tengas clara la pregunta a responder y te limites a contestar únicamente ésta, de manera concreta. Así mismo, no pierdas el enfoque en el punto central que quieres comunicarle al lector. Creando disyuntivas, cuando pierdes tal enfoque, puedes llegar a perder al evaluador, provocando que tu mensaje principal sea opacado por demasiadas ideas secundarias, que incluso no sustentan tu idea principal. Recuerda: el enfoque es lo esencial.
Evita comentarios negativos
Los candidatos suelen ver en su posgrado en el extranjero una salida a situaciones poco favorables que impiden su realización profesional dentro de su país. Sin embargo, utilizar ésto como la motivación por la cual quieres ingresar a determinado programa puede jugar en tu contra. Por ello, abstente de comentarios que juzguen la situación económica o política de tu país, las pocas oportunidades laborales o condiciones de inseguridad, entre otras.
Adicional a lo anterior, evita también hablar sobre posturas religiosas, culturales o inclinaciones políticas ya que tú no conoces a quien está del otro lado del papel. Emitir comentarios referentes a estos temas puede ponerte en situaciones que no generen empatía a tus creencias y, en el peor de los casos, prejuicios erróneos sobre ti.
NO te bases en tu situación económica
La razón detrás de solicitar una beca es - mitigar en cierta medida el gasto significativo que estudiar un posgrado competitivo en el extranjero representa. No obstante, este argumento no es la narrativa necesaria para el proceso de cómo ganar una beca. Utiliza tus ensayos para demostrar que mereces ser acreedor de una beca o financiamiento por razones más allá de las económicas, es decir, porque tus méritos y logros acumulados y más aún, los futuros, hacen de ti un candidato merecedor de este apoyo. Desde luego, debes ser congruente con el resto de tu portafolio de admisión (puntajes competitivos del examen estandarizado, cartas de recomendación, CV y entrevistas), de manera que demuestres ser un aplicante modelo, uno que las Universidades deseen tener en sus programas. Así, aumentas las posibilidades de que te ofrezcan una beca y hacer su oferta de admisión tentadora para ti.
Estructura adecuada
Sé cuidadoso para organizar tus ideas y lo que tienes que decir de manera correcta y con cohesión. Redacta párrafos pequeños, para lograr así la transmisión del mensaje de manera clara y sin tanto enredo. Inicia con una corta introducción, donde pongas en contexto a los evaluadores sobre ti. Recuerda que necesitan información que los ayude a construir tu perfil, por lo que no debes incluir cosas personales que sean irrelevantes para temas del posgrado.
Continúa el cuerpo del escrito exponiendo tus argumentos de motivación, donde respondas de manera concreta y precisa a los cuestionamientos planteados. NO utilices los mismos argumentos para todos tus ensayos, ya que cada carta motivación debe ser específica y adaptada a cada Universidad. De igual forma, en esta parte demuestra tu conocimiento sobre el programa al que estás aplicando, así mostrarás el interés que tienes en él y cómo este se adecúa y te permitirá cumplir tu objetivo profesional. Lo anterior le permitirá también al comité de admisiones saber que tienes un plan de vida previamente analizado y estructurado, lo que te hará lucir como un candidato serio.
Finaliza con una conclusión donde refuerces la motivación a estudiar en la Universidad y el programa. Además, aprovecha este espacio para agradecer el tiempo de la persona que está leyendo tu ensayo. NO intentes parecer un candidato amigable a través de despedidas informales como “Dios lo bendiga”, recuerda que estás escribiendo al comité de admisiones de Universidades prestigiosas como Harvard, Stanford, MIT, por lo que no debes dejar de lado la formalidad que esto implica.
Revisa, revisa y vuelve a revisar
Una única verificación a tu ensayo finalizado NO es suficiente. Debes ser muy meticuloso en cuanto a ortografía y redacción, ya que esto habla también de ti como candidato. Es probable que tu cerebro pase por alto errores ortográficos o bien, al ya saber tus ideas y lo que pretendes dar a entender, le resulte de fácil comprensión la manera en que está redactado. Por ello, te sugerimos recurras a terceros que te brinden ayuda con este chequeo. No obstante, te recomendamos que estos terceros no sean familiares o personas con las que tienes un estrecho lazo afectivo, ya que no contribuirán con una evaluación objetiva sobre tu ensayo personal.
Ahora, con todos estos consejos ya sabes qué no hacer y qué sí hacer para redactar ensayos exitosos. Como se mencionó al principio, no existe una fórmula para ensayos estrella; sin embargo, te sugerimos ampliamente recurrir a expertos. Si bien, tampoco cuentan con la regla para ello, sí tienen una mayor perspectiva en cuanto a tu perfil en comparación con otros postulantes a los mismos posgrados, con lo que identificarán objetivamente cuáles aspectos de tu vida son verdaderamente tus diferenciadores. ¡No dejes tu proceso de admisión hasta el final.